Motor, gasolina, ruedas, velocidad… Correr, competir y disfrutar de ello, es más que una profesión, para mí, es una forma de vida.
La especialidad de los Raids siempre me había atraído y he tenido y tengo la suerte de haber competido y competir sobre dos y cuatro ruedas.
Resulta apasionante porque no hay una curva igual, un metro de terreno parecido al anterior. Todo es nuevo a cada instante y te obliga a improvisar, a afrontar situaciones distintas constantemente, a estar muy alerta. No se trata de frenar, acelerar y trazar igual en la misma situación a cada vuelta, sino de combinar la velocidad con la orografía, sobre todo en el desierto.
He competido en el Moto Rally Italia, el Rally de Cerdeña y el Merzouga de Marruecos entre otros. Me he divertido mucho, pero también he sufrido porque ya desde el principio me di cuenta que ¡mirar el road-book y dar gas al mismo tiempo, es la mejor forma de comerte una piedra!
Sin duda en moto es arriesgado y, como los años van pasando y cada vez me cuesta más asumir lesiones, me acabé pasando a las cuatro ruedas, a los buggys. Al volante todo es distinto porque puedes concentrarte en ir rápido, solo en ir rápido y al límite. El copiloto se encarga de la navegación, te dice por donde ir y puedes centrarte en correr. El Merzouga, la Panáfrica, en la que conseguí la victoria y la Baja Aragón en la que acabé segundo muy cerca del primero, han sido algunas de las competiciones en las que he tomado parte últimamente. Una gran experiencia!!